Emilio se refugia en sus libros, en sus novelas, escribiendo pero sin dudar lo más bonito que tiene es el sábado cuando Carlos llega a su casa. Sale a pasear a su perro en la hora que él suele llegar para así no necesitar excusa para verlo, para no tener que salir del cuarto. Siempre tiene la esperanza de que sea un día especial, que tenga un bonito encuentro con él. Llega a su casa con su perro. Llega excitado. Sabe que Carlos si no ha llegado ya no tardará en hacerlo. Justo lo ve saliendo del lavabo. Se encuentra en el pasillo. Carlos va hacia el sofá donde están cenando. Emilio, como quien no quiere la cosa, se asoma al comedor para deleitarse de la belleza del guapo cartero. Carlos comenta a Ana madre y a Ana hija que quiere escribir a una cadena de televisión, para que repongan una serie de misterio que quitaron por falta de audiencia.
--pregúntale a él--dice su novia señalando a Emilio .
Emilio se acerca y se mete.
--si, yo estoy harto de quejarme porque quitan telenovelas.No te molestes en escribir. No te harán ni caso.
--eso pensaba yo, creí que tal vez si escribo a una revista...
Emilio , que ha probado todos los medios hace que no con la cabeza:
--te servirá para desahogarte pero da la serie por perdida... Te quedarás con las ganas de verla.
Carlos sonríe:
--gracias por los ánimos --dice muy simpático.
--No lo digo por mala onda sino que es verdad. Las televisiones pasan de nosotros y lo que se escriba en una revista da igual. si te quieres quejar te recomiendo que llames al teléfono de atención al cliente. Tampoco te hacen ni caso pero almenos escucharán tu queja y sólo por el hecho de molestarlos pues ya merece la pena. Yo llamo mucho ¿quieres el número?
--si, seguiré tu consejo.
Emilio entra en su habitación. Le anota el número y se lo da.
--gracias --le dice él.
Carlos se pone mimosón con su novia. Ana no hace más que decir que está muy raro, como si ocultara algo. Carlos no dice nada. Aunque no ha sido muy larga, Emilio está feliz por estar hablando con él, siempre es un gusto hablar con él pero no soporta verlo con Ana . Cuando ya la familia los dejan solos, Ana le pregunta a Carlos :
--venga, di ya... ¿cual es la sorpresa?
Carlos pone cara de misterio.
--venga ¡ya¡ --dice ella dándole un golpe en el brazo apurada.
Él saca algo de su bolsillo y se lo muestra.
--¿¿qué es esto?
Él sabe que a su chica le encanta viajar y que no pueden hacer siempre por falta de tiempo.
--¿¿qué te parece una semana Santa en Galicia??
Ella está impresionada:
--¿nos lo podemos permitir?
--me he gastado todos mis ahorros pero es que me muero sino estoy contigo...
Ana lo abraza. Está feliz. Carlos está encantado por el entusiasmo de ella. A Ana le encanta viajar, Jose sólo la quiere por el sexo y aunque ese implique que le tendrá que cumplir al chico todos los días merece la pena por ese viaje que él le propone. Encerrado en su cuarto, Emilio se masturba escuchando la seductora voz del chico pero no oye de qué hablan.
Emilio se entera cuando ya se han ido. Le duele que Carlos ni se despidiera de él. Se atormenta por los celos. Es casi como una luna de miel. Llora porque quisiera estar en la piel de su hermana. Sufre porque Carlos no merece vivir una mentira.
Los días que pasa en Galicia Ana lo hace sentir muy bien. Hacen el amor todos los días. Lejos de Jose, ella se siente todos tranquila. Además Carlos la consiente, le compra todo. Carlos no escatima gastos para demostrarle su amor a su chica. Pasean abrazados. Están en Vigo. Dan un paseo, se hacen fotos para el recuerdo. Carlos lo que pretendía era sacar a Ana de la rutina. Así lejos de todos siente que la chica es totalmente suya. Ana se deja amar en un marco diferente. Las vistas del hotel son muy lindas. A menudo las miran desde la terraza de su habitación y luego hacen el amor. A él le gustaría que así fuera siempre. En el fondo a ella también. Le gustaría poder arrancarse ese maldito amor que siente por Jose. De regreso del sueño, los dos en el tren, Ana le toma de la mano:
--gracias por estos días de fábula.
Él la mira con una sonrisa:
--¿has sido feliz?
--mucho.
--pues eso es lo que quería, pero no me gustaría que me castigarás tanto tiempo sin ya sabes... --dice él pícaro.
Ella encuentra la excusa perfecta.
--es que ha sido maravilloso estar contigo, que me ames en un hotel maravilloso. Así tendría que ser siempre.
--si pero es que si tengo que esperar a tener dinero sólo lo haremos una vez al año --dice preocupado.
Ella lo mira coqueta:
--¿y no crees que merece la pena? dame ese gusto...
--esta bien--dice él resignado.
Él está feliz y aunque tenga que pasar hambre merece la pena sacrificarse por ella
Tras el regreso de su hermana de su Semana Santa en Galicia, los celos de Emilio aumentan. No sólo le da rabia porque no ha visto en esos días a su guapísimo cuñado, sino que además le da rabia que su hermana haya gozado del hombre que le gusta cuando su hermana ni lo valora, ni lo respeta.
Emilio está pendiente de la llegada de Carlos . Espera que él la acompaña. Ha sido muy duro imaginarse a su guapo cuñado y a su infiel hermana paseando de luna de miel, haciendo el amor, durmiendo juntos... los celos lo atormentan..Carlos y Ana llegan en taxi. Ella se queda en la puerta y él sigue en el mismo taxi. Ana tiene muchos mensajes de Jose. Ella deja las maletas y se va. Mientras que Carlos llega a su casa feliz seguro que Ana lo está amando, esta se revuelca en la cama con Jose.
No hay comentarios:
Publicar un comentario