Mientras Carlos se seca en presencia de Ana . Emilio "sigue" el espectáculo desde la ventana de su cuarto. Los oye hablar. Está muy excitado pensando en Carlos desnudo, secándose y luego vistiéndose mientras besa y abraza a su hermana.
--las hay con suerte y encima la tonta de Ana no lo valora... No entiendo como prefirió al imbécil de su primo a éste dulce --dice para sí.
Carlos y Ana salen del baño. Él se va abrochando los pantalones. Habla flojito. Emilio tiene ahora el oído pegado a la puerta de su cuarto . Escucha cómo su hermana de despide de Carlos . Quisiera salir a verlo de nuevo pero tampoco quiere molestarlos. Supone que la pareja prefiere estar a solas. Carlos se despide de su chica con un apasionado beso. Él la nota un poco ausente.
--¿te pasa algo?
Ella fuerza una sonrisa:
--no, todo está bien.
Él no se queda muy tranquilo. Nada más irse, Ana recibe una llamada que la pone muy nerviosa.
--Jose ¿¿para qué me llamas.?
La joven se excita hablando con el que es el primo de su novio.
--¡¡si claro que he leído tus 7 mensajes¡¡
(...)
--¡¡si no te he llamado es porque no tengo nada que decirte¡
Ana está muy herida con el que fue su gran amor, con el primer hombre de su vida, con el que tanto la hizo sufrir.
--¡¡no tenemos nada de qué hablar¡
Aunque se quiere mostrar dura no puede evitar estremecerse al escucharlo. La voz de Jose es sensual. Ella sabe que el chico debe estar caliente, que con su historia del matrimonio infeliz lo único que quiere es coger con ella y luego tirarla como si no valiera nada. Aunque está tentada no quiere volver a caer en sus brazos.
--¡¡no, no pienso ir.¡
Ana le cuelga el teléfono antes de dejarse convencer. Jose se acerca a casa de Ana . Sólo está Emilio encerrado en su cuarto. Ella trata de rechazarlo pero Jose no acepta un no.
--Yo te dejaré cuando se me pegue la gana¡
Él es muy agresivo y ella no le sabe decir no. Se deja llevar al dormitorio donde fornican como bestias. Emilio estaba mirando la foto de Carlos . Le sorprende los jadeos. Sale del cuarto. Le decepciona pensar que aquella bestia que grita de esa manera sea Carlos . Se lo imaginaba más tierno y no un animal en celo que solo se preocupa de su placer. Emilio está decepcionado de Carlos . Se lo imaginaba más tierno en la intimidad y no comportándose como una bestia. De pronto se da cuenta de la presencia del casco de una moto. Se horroriza.
--¡¡no es él¡¡ ¡¡no es él¡¡¡no es él¡
Emilio se encierra en su cuarto. Es cómplice de la mentira de su hermana porque no dirá nada ni a ella pero le duele mucho que su hermana no respete a Carlos . Lo que más le preocupa es pensar que Ana puede dejar a Carlos es cualquier momento. Emilio sabe que el guapo cartero nunca será para él pero le duele pensar que pueda no verlo nunca más. Ana se siente humillada, Jose se viste y la mira como si no valiera nada.
--te volveré a buscar cuando esté caliente...
Ana llora abrazada a su almohada.
En la noche, Emilio no sale de su cuarto para nada. Tiene orinal en el cuarto así que lo que no hace es beber ni saludar a su perro. No le quiere ver la cara a su hermana.
--¡¡esa cualquiera¡
Siente mucha rabia:
--¡¡tiene la suerte de tener al mejor hombre del mundo y se acuesta con otro¡
Le duele que Carlos no sea amado como se merece. Mediante mensaje móvil Carlos le comunica a su chica el fallecimiento de su abuelo. A Emilio le da pena no estar con él en estos duros momentos pero sabe que se vería de más su presencia en el funeral cosa que tampoco le apetece mucho. Ana está con su novio en todo momento, como una más de la familia. La madre de la joven está detrás de su hija. Emilio, que sabe lo que ocurre pues pega la oreja a la puerta de su cuarto cuando hablan del chico guapo, siente de celos de que su hermana actúe como señora de Ruiz cuando no quiere a su novio, cuando no lo respeta.
Días después Carlos se constipa y se tiene que quedar en cama y a Emilio le da pena no ser él quien esté a su lado para consentirlo. Le duele que su hermana pase de él, que ni lo visite. Jose sigue buscando a Ana y ella no lo rechaza. Aprovechan que Carlos está fuera de juego para fornicar cuando a José le apetece.
Carlos llama a casa de Ana . La pasa a buscar. Kufy se revoluciona y sale al vestíbulo. Con la excusa de sujetarlo Emilio sale con él para así ver de cerca al chico que le hace suspirar.
--tranquilo, si no pasa nada.
Emilio le sonríe:
--no claro que no pasa nada, sólo que te veo a ti, tio bueno --dice para si.
El chico lleva unos jeans estrechos que hacen que Emilio disfrute mucho de su figura, de su bonito culo. Un culo que le tiene loco. Le fascina. Emilio y Carlos están frente a frente. Carlos tan guapo, el chico más guapo que vio en su vida. Ni los de la tele son tan guapos y Emilio siente tan rico cuando lo tiene en frente.
--¿cómo te encuentras? --le pregunta Carlos muy simpático.
Emilio se muestra amable. Cada vez confía más en su cartero favorito.
--esa pregunta te la tengo que hacer yo, me enteré que has estado malito.
Carlos ha echado de menos que lo consientan, le gusta hacerse el enfermo.
--No, si aún lo estoy --dice...
El chico tose para demostrarle al hombre que aún está constipado.
--Oye mi madre prepara un caldo muy bueno... tenemos en la nevera¿quieres que te caliente una taza?
Carlos lo mira tímido. Mira a Ana pero ella no se ofrece. A Carlos le duele que no sea su novia la que lo quiera cuidar.
--no te molestes.
--No si no es molestia... ahora te lo traigo
--pues gracias... --dice Carlos sonriendo.
Emilio disfruta atendiendo a su guapo cuñado como si fuera su pareja. Aunque nunca se ocupa de nada se comporta como el perfecto amo de casa. A Carlos le da un poco de vergüenza que Emilio lo consienta tanto pero le gusta sentir que le importa a alguien, sabiendo que Emilio pasa de todo el mundo se siente orgulloso de los sentimientos que despierta en él, que por otro lado tampoco imagina que sean de amor, ni muy profundos. Emilio mira con profundidad a Carlos mientras bebe el caldo.
--¿está bien?¿quieres que lo caliente más?
Carlos sonríe muy dulce:
-- está perfecto.
Ana se está arreglando para salir, Emilio se queda al lado de Carlos . Hace tanto que no lo tenía para él. Kufy se friega en Emilio. le reclama su paseo pero Emilio no se quiere ir, no se quiere alejar de Carlos .
--por mi no te preocupes... vete, no desatiendas a tu perro por mí.
--prefiero quedarme por si necesitas algo...
--No en serio, vete. Si necesito algo está Ana.
Carlos sabe que Ana no se va a preocupar por él como lo está haciendo el hermano pero que su cuñado tenga más interés en él que su novia ,es algo que lo haga sentir mal, es algo que en cierta manera lo hace sentir humillado. Por eso prefiere que se vaya. A Emilio le duele que el chico quiera que se vaya. Así que le obedece. Le pone la correa y el bozal al perro.
--¡anda, bozal nuevo¡ --dice Carlos..
--No, no es nuevo... ya lo tiene de hace tiempo.
Carlos se ruboriza:
--no he dicho nada --dice timido.
Ese chico es muy guapo y todo ternura. Emilio está fascinado con él.
--yo es que como hacía mucho que no lo veía... el otro estaba hecho polvo.
Emilio se quedaría horas a su lado pero Kufy ladra. Carlos sonríe:
--bueno, no te entretengo más que Kufy se va a enfadar conmigo.
Emilio se va dejando solo a Carlos en el sofá. Emilio tiene la esperanza de verlo pero la pareja ya se ha ido. Enamorado, cachondo y frustrado Emilio se encierra en su cuarto y como siempre se masturba pensando en el Adonis del novio de su hermana.
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