Emilio saca a pasear a su perro, un pastor alemán. Se emociona a encontrarse con el Adonis del novio de su hermana. Carlos siempre le ha tenido miedo a los perros grandes pero confía en Emilio y ve al perro tan tranquilo que va directo a tocarlo. No le da tiempo a Emilio a decir no. A kufy tampoco le gusta la gente. El perro se pone a ladrar como loco, Emilio lo controla pero Carlos huye asustado. Emilio se queda triste, tiene miedo que Carlos se tome a mal este incidente, que no quiera volver a hablar con ella. Ana comenta lo sucedido a la madre pero como anécdota.
--vaya, precisamente ahora que se había decidido a venir a cenar... --comenta la madre.
Emilio se entera que en la noche Carlos iba a ver una película.
--no va a querer venir más --dice la madre.
Emilio , aunque lo trata de disimular, tiene muchas ganas de que ese chico pase ratos en su casa. Estuvo una vez para el cumpleaños de la hermana pero Emilio no salió porque siempre se ha negado a celebrar nada y siempre come solo . Espera que lo sucedido con su perro no tenga consecuencias. Lo que le da pena es que siempre está encerrado en su cuarto y que sí sale a cenar se va a ver muy descarado. Emilio tampoco quiere que nadie la pueda acusar de querer robarle el novio a su hermana. Sin contar que no quiere asustar a Carlos. No sabe qué pensaría de que le guste a un hombre. Así que, muerto de ganas de verlo, se queda encerrada en su cuarto. Con la oreja pegada a la puerta. Así almenos escucha la voz del seductor chico. Escucha como, divertido , Carlos dice sobre el perro:
--esta mañana se me quería merendar... me parece que no voy a venir más.
Pero aunque es algo que Emilio teme desde aquel día, Carlos va a cenar cada semana a la casa y Emilio no se lo pierde. Así que con cualquier excusa, que si un vaso de leche con cacao, que si ir al baño, saludar al perro pues siempre sale en el momento de que él llega para saludarlo. Lo ve y lo deslumbra, sobretodo cuando lleva unos tejanos negros que lo hacen aún más atractivo y hacen que Emilio siente aún más cosas, más sentimientos que le gustan y lo excitan. Le gustaría quedarse a hablar con él pero eso ya le parecería demasiado y frustra sus sentimientos. Desde la habitación le llega el embriagador olor a perfume que el chico usa, algo que le seduce. También olor a tabaco pues fuma mucho, cosa que nadie en su familia hace. Le gusta masturbarse escuchando la voz de Antonio. Le hace cada vez que viene. Nunca había disfrutado tanto masturbandose. Poco a poco Carlos y Kufy , el perro de Emilio , se van haciendo amigos. Emilio aprovecha para sacar el perro cuando Carlos llega así lo saluda al salir y al volver. Cuando viene del paseo , el perro tiene la costumbre de restregarse en uno de los brazos del sofá para limpiarse la baba. Al encontrar a Carlos sentado en el sofá se limpia con sus piernas. Carlos le acaricia la cabeza con cariño:
--que simpático está hoy --comenta.
Emilio lo mira medio sonriendo. Ana más divertida dice:
--se está limpiando la baba contigo.
Carlos sonríe a Emilio . Es una sonrisa que le fascina.
--ya me extrañaba a mí -dice Carlos.
Pero el guapo cartero es muy simpático y no le molesta. Eso sí cuando va arreglado porque van a salir luego no deja que se le acerque. Emilio llega a casa con su perro. Mira de reojo a Carlos . Se iba a ir a su cuarto pero la madre dice:
--Carlos te quiere decir algo...
Emilio tiembla, siente escalofríos de la emoción. Lo mira pero no le dice nada. Con timidez Carlos le dice:
--me sabe mal, no te quiero molestar... Si no puedes no pasa nada... ya me ha dicho tu hermana que tienes siempre los videos ocupados por tus novelas pero es que se me ha roto el mío y me gustaría ver una película que pasan esta madrugada... Si no puedes nada.
Emilio le va a decir que de mil amores pero se le adelanta la madre que piensa que tal vez su hijo no le quiera hacer ese favor al novio de su hija. Sabe que no es precisamente una persona sociable y no puede imaginar lo que Carlos está despertando dentro de él.
--bueno, tú le grabaste una película así que es lo menos que puedes hacer.
Emilio se acerca a su guapo cuñado muy nervioso para tomar los datos de la película.
--¿estás malo? tienes mala cara.
Emilio, con toda su familia delante, está cohibido. Carlos lo nota más tensa de lo normal.
--no, estoy bien.
Emilio responde un poca a la defensiva. Carlos piensa que ese día se encuentra mal, la madre y la hermana de Emilio piensa que como es lo normal , no le gusta que un "desconocido" esté en la casa. Piensa que si no habla con ellas menos lo hará con Carlos No imaginan que él entra en su cuarto pero su corazón está en el comedor, con Carlos . Se masturba escuchando su seductora voz.
La semana siguiente, cuando llega a Carlos Kufy lo ha ido a saludar saliendo al vestíbulo del edificio. Emilio aprovecha y sale para entrar al perro y así ver al chico que le gusta. Él lo saluda con una sonrisa embriagadora, con una simpatía muy contagiosa y que a Emilio la llenan de alegría. Carlos lleva unos jeans azules, a Emilio siempre le gustó ver el trasero a los hombres con esos jeans, el trasero y lo que no es el trasero pero hace mucho que no hace eso y no se atreve a mirarlo mucho. A solas en su cuarto, Emilio siente deseos de disfrutar con el cuerpo del chico. Se tiene que conformar masturbándose pensando en ese culo.
Carlos llena su vida, él es un soplo de aire fresco y quiere disfrutar de él... como quien no quiere la cosa Emilio sale al comedor, se queda acariciando a su perro para disimular Con cierta timidez los ojos se le van a la entrepierna del guapísimo muchacho pero no se le ve nada ya que Carlos tiene la mano en la entrepierna…
Emilio sabe que es el novio de su hermana y no espera vivir una historia de amor. Aunque no le diría que no. Le encantaría que ese chico lo desvirgara. A sus casi 30 años sigue virgen. No espera nada de Carlos. Se conforma con disfrutar de algo que le gusta, como disfruta viendo en la televisión a un galán de la tele.
--la verdad es que Carlos no tiene nada que envidiarles, podía ser uno de ellos. Es como tener en mi casa uno de los galanes de moda.
Un día a solas en su casa, sus pasos se dirigen al dormitorio de su hermana que está lleno de los innumerables regalos que Carlos le hace sin ninguna excusa. No hay duda que Carlos es un hombre muy enamorado. Emilio siente envidia, desea sentirse amado, que un hombre guapísimo lo ame como Carlos ama a su hermana. En la mesita de noche hay varias fotos de Carlos , abre el cajón. Sabe que su hermana las guardó allá. Son fotos de un viaje a Zaragoza. Carlos está muy guapo (y marca mucho paquete). A Emilio le encantaría quedarse una de esas fotos pero no se atreve. Sí las toma prestadas un rato para masturbarse mirándolas.
días después...Es pleno verano, Carlos va a buscar a su novia para ir a la playa. Se da la coincidencia, en esta ocasión si es casualidad, que Emilio llega a la casa con el perro en el momento en que la pareja de novios va a salir. Carlos luce una camiseta y el bañador. Aunque es de esos grandotes a Emilio le resulta muy sexy. Como siempre Kufy se friega en las piernas de él pero le mete el morro por dentro del bañador, por la zona de la pierna y va subiendo.
--¿qué haces cochino? --pregunta Carlos divertido.
Emilio se pone muy cachondo. ¡como le gustaría meterse dentro del bañador o almenos ver lo que se esconde ahi¡¡ En ese momento quisiera ser su perro.
Carlos se va y Emilio se encierra en su cuarto. Se masturba en el acto y se viene enseguida. Nunca se había excitado tanto. Bueno desde que veía a sus compañeros en las duchas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario