lunes, 29 de junio de 2020

Capítulo 27 y último

Emilio coloca en su habitación, en un lugar preferente esa foto que él y Carlos se hicieron en el río. Se ven abrazados de primer plano, muy sonrientes y abrazados. Todas las fotos han quedado muy bonitas. Incluidas las fotos de Carlos sin camiseta (de estas ha hecho ampliación y la de ellos dos juntos está colgada en la pared). La que está con él el brazo de Emilio le tapa parte del torso.
--que rabia, podía haber metido el brazo detrás.
Y esas fotos son su tesoro. Su confort. En los meses siguientes cada vez menos a Carlos. Su ansiedad aumenta. Se masturba varias veces al día sobretodo con la imagen del cuerpo desnudo de Carlos. Es una bella imagen que lo acompaña siempre y le acompañará el resto de sus días. 

Es un 23 de abril justo Carlos y Ana hacen cuatro años y Emilio se entera que su hermana ha dejado a Carlos . Se le rompe el corazón. Unas lágrimas deslizan por sus mejillas.  El sueño terminó.

Año 2014

Emilio a sus 41 años sigue con la vida como antes de conocer a Carlos. Encerrado en su cuarto. Sin ver a nadie. Sin relacionarse con nadie. Kufy murió hace varios años así que ni siquiera sale a la calle. Sólo a regañadientes cuando tiene que acompañar a su madre al médico para alguna prueba. Viven los dos solos en casa. En su habitación sigue estando en un lugar privilegiado esa foto abrazado a Carlos. También ha enmarcado  en grande la foto que están los dos delante de la tienda de campaña y Carlos está sin camisa. Emilio se ha acostumbrado a esa vida gris sin él. Le da igual vivir o morir. Su abuelo murió con 41 años y su padre con 47. Confía en estar en sus últimos días.

Después de acompañar a su madre a hacerse una prueba al hospital , la mujer quiere ir a un hipermercado que está al lado. En la montaña. Muy lejos de la ciudad. Emilio accede con el soborno de comprarse un libro o una serie o una película. Enseguida sale con su serie y espera a su madre en la entrada . Y de repente aparece un Ángel. Emilio no da crédito a lo que ve. Carlos pasa por su lado. Supo que después de la separación con Ana le dio por  beber y sus padres lo querían llevar al pueblo. No lo ha vuelto a ver. Cree que es una alucinación. Reacciona antes que se vaya.
--¡hola¡
Habla con miedo. Sorpresa. No sabe qué reacción tendrá él. Si lo recordará. Carlos se alegra de verlo .
-¡Emilio¡ Si. Me acuerdo de ti.
Carlos se acerca y Emilio siente un fuerte impacto. Le emociona su simpatía. Que recuerde su nombre. Carlos es muy cariñoso con él. Le pone la mano en el brazo.
-¿y cómo has estado? ¿Y cómo está tu vieja?
Emilio está temblando. Siente escalofríos. No es capaz de articular palabra. Mueve la cabeza. A veces le sale un monosílabo. Carlos le sonríe y Emilio se derrite. Se estremece sólo de mirarlo. Ese Carlos de 31  años lo deslumbra. Está impresionante. Más guapo aún que antes. Sufre un fuerte impacto. Es un hombre hombre. Cuerpo muy bien formado. Nada que ver con ese chico que lo enamoró. Ahora es un hombre que lo ha vuelto loco. Es que decir que es un Adonis es quedarse corto. Nunca vio un hombre tan guapo. Ese amor y ese deseo que se han quedado guardados en su corazón  despiertan con más intensidad que nunca. 
--yo trabajo aquí. Llevo toda la noche trabajando me voy a dormir que estoy reventado.
Y Emilio se queda ahí. Mirándolo en shock. A Carlos le sorprende y emociona que lo mira de la misma manera de antes. Para Emilio Carlos sigue su Dios y eso a Carlos  le gusta.
-si quieres podemos quedar un día --Carlos.
Y Emilio ha soñado tantas veces que eso ocurría que sólo puede mover la cabeza para decir que sí. Carlos saca su celular. 
--dame tu número.
Emilio saca su celular de 19 euros nada que  ver el del chico. Carlos no deja de sonreír y Emilio está derretido.
--¿no te sabes el  número?
Emilio de nuevo con la cabeza dice que no.
-pues me llamo y así tengo tu número. Te mando mensaje ya que veo que wasap no.
Carlos le devuelve el celular. Rozan sus manos. Emilio cree que le va a dar un infarto. Carlos se despide con una sonrisa y Emilio se ha olvidado del mundo. Tiene su mano el tacto de él. Su celular lo ha tocado Carlos. Carlos lo mira de reojo. Ve que hasta salta de lo feliz que está. Carlos sonríe con ternura. Emilio corre al baño. No puede perder la oportunidad de masturbarse con esa mano que ha tocado Carlos.

La llama está encendida y Emilio de nuevo vive. Carlos ha vuelto con la misma intensidad que antes. Mira esas fotos de Sort que están desgastadas de tanto que las ha mirado. Carlos recién  llevaba pantalones anchos así que no ha podido disfrutar de ese culo que tanto le gusta pero se le ha quedado grabada en los ojos la imagen del cuerpo desnudo de Carlos. En la tarde se masturba pensando en él.







Pasa unos días muy ansioso. No se masturba tanto como antes porque su cuerpo ya no le deja pero si a diario. Y el domingo quedan para comer. Comen pizza en el puerto. Hablan de todo y de nada. Carlos quiere que Emilio se relaje para que pueda disfrutar de él. Caminan por el paseo del puerto.
--¿y no te gustaría salir?¿vivir? --Carlos
--me gustaría amar. Conocer a un hombre que me haga vivir.
Carlos es muy cariñoso.
--pero si no sales no lo vas a conocer. Ese hombre no va a venir a tu casa.
--a veces sí.
Se sonríen. A Carlos le sorprende la respuesta pero le gusta. Emilio es tímido pero confía en Carlos y ya no tiene nada que perder. No es el novio de su hermana. No sabe si lo volverá a ver. Le gusta estar así con él. Siguen hablando y caminando.
--¿y no vas al psiquiatra?
--hice cuatro terapias de grupo pero no sirve de nada. Y una psicóloga me dijo que porque no pagaba por sexo y yo sólo le dije que soy feliz cuando me enamoro que salvo una excepción siempre es un actor de la tele.
Y Carlos sonríe pues de nuevo el comentario va por él 
--supongo que no lo hicistes.
--Claro que no.   Me hubiera gustado perder mi virginidad  a los 40 y hubiera pagado pero ¿quedar con un desconocido? Que miedo y además ¿ si no me gusta? Además se va a reír de mi. Virgen a los 41. Me daría vergüenza. 
Los dos están muy a gusto juntos y Carlos también le quiere confesar algo. 
--Tu hermana  es la última mujer con la que estuve. Luego sólo he estado con hombres. 
Emilio se para. Abre los ojos como platos. Está muy impactado. Le excita que ese hombre tan guapo haya estado con chicos.
-¿Te volviste gay?
Carlos le sonríe con cariño. Sigue caminando. Los pantalones son anchos pero le gusta ese culo. Le gusta ver cómo camina. Se pone que su lado. Carlos va hablando.
--No es como cambiarse de camisa. Nunca se me pasó por la cabeza estar con un hombre. Tu hermana me dejó herido y la primera  vez fue borracho pero me gusto. Te confieso que  nunca disfruté tanto en el sexo como con los hombres. Pero echaba de menos algo.
--¿Que?
Lo mira de reojo y dice:
--Nunca nadie me miró como tú 
Emilio traga saliva. Se ha quedado en shock. Carlos le sonríe y siguen caminando.
--Te quise buscar pero supuse que no querías saber nada de mi 
Y Emilio está muy enfadado porque no lo haya buscado.
--¡¡Pero si eras mi todo¡¡ Aunque fuera por sexo te hubiera aceptado encantado… aunque fuera sólo mamartela. Me moría de ganas de hacerlo¡
--¿querías hacerlo o querías hacerlo conmigo?
Carlos es seductor y Emilio está nervioso. No puede creer que eso esté pasando.
--¡quiero hacerlo pero con otro me daría miedo¡ 
Carlos se para. Es dulce y seductor. Se miran frente a frente.
--¿y conmigo no te daría miedo?
Emilio hace que no con la cabeza.
--contigo se me olvidan los miedos. A tu lado haría lo que fuera. 
 Carlos lo mira conmovido. Eso es lo que siempre le ha gustado de Emilio, que lo hace sentir un súper héroe.
--¿y no te ha gustado nadie en estos años? Alguien de verdad. No un actor.
--Sabes que nunca salgo.
--¿No te ha gustado otro novio de tu hermana? --  divertido.
--son feos.
Se ríen. Hay mucha complicidad entre ellos.
--El nuevo es guapo pero no me gusta. Tú fuiste especial.
--¿lo fui?¿me olvidaste?A mi me gustaría que me volvieras a mirar como antes.
Y Emilio se atreve a agarrarlo del brazo y mirándolo fijamente dice:
--¿Y no lo hago? Nunca saliste de aquí .
Emilio se lleva la mano al pecho y Carlos está conmovido por esa devoción. Ese amor que nadie más ha sentido por él. Carlos acerca sus labios a los de Emilio. Esos labios que Emilio desea tanto pero se asusta y se aparta. Eso sorprende a Carlos.
--¿qué qué pasó?No te voy a hacer nada.
Emilio lo mira como si fuera un sueño. No puede creer que todo eso esté pasando.
--Nunca me han besado
--¿No sabes besar? ¿Eres virgen virgen?¿no has hecho nada nada?
--a los trece años se la chupé y tres veces a un compañero y ya está  y no era su boca lo que me interesaba.
Carlos le sonríe.
--Sabes que me da miedo la gente.
Carlos lo mira fijamente y Emilio no cree que vaya a aguantar mucho sin desmayarse.
--¿Y yo te doy miedo?
Emilio hace que No con la cabeza.
--Relájate…
Carlos lo acaricia y roza sus labios con los de Emilio. Es algo mágico . Emilio vibra en sus brazos. Emilio lo mira feliz. Está en shock y a Carlos le gusta estar con ese hombre hacerlo feliz.
--¿qué tal?¿te gustó?
Emilio no es capaz de decir nada. Siguen caminando. 
--Sólo te puede ofrecer  intentarlo. Sin poner palabras… sin poner compromiso. Sexo, amistad..  
Y Emilio ha esperado toda la vida ese momento y con Carlos es un sueño hecho realidad. Está muy ansioso.
--¡¡Yo quiero, yo quiero¡
Carlos se siente a gusto con Emilio y le hace gracia cómo se comporta. 
--Relájate, te va a dar un infarto  .
-¡¡Es que llevo toda la vida esperándote¡¡
Y han llegado justo a la entrada de un hotel que es nuevo y está en el puerto.
--¿entramos? --pregunta Carlos muy sensual.
Y Emilio al ver que la cosa va en serio casi sufre un colapso.
--No tiene que ser hoy…
Emilio está muy ansioso.
--¡¡si¡¡sí¡¡Es que tengo ganas pero sólo lo haría contigo.
--¿Que tienes miedo que no te  vuelva a  ver y te quedes virgen?¿ quieres hacerlo?¿ te apetece acostarte  conmigo?
Carlos es cariñoso y sensual. Emilio no puede hablar. Está en shock. No puede creer que eso esté pasando y a Carlos le emociona la ternura de Emilio. 









Carlos y Emilio frente a frente junto a la cama. A Emilio se le está cumpliendo el sueño de su vida. Carlos se ha acostado con muchos hombres y quiere que Emilio viva su sueño y se siente feliz con Emilio. Carlos es el que toma la iniciativa. Emilio vibra al besarlo. Al acariciarlo. Carlos lo va desnudando. Se va desnudando. Emilio apenas abre los ojos. La voz de Carlos es dulce y seductora. Lo relaja.
--tranquilo. Estás conmigo. Disfruta.
Caen desnudos a la cama. Emilio siente que va a morir de felicidad. Se vuelve loco con la verga de Carlos en su boca.
--no seas bestia. Que me la vas a arrancar.
Carlos lo va guiando. Emilio se rompe de placer. Se siente muy rico al notar la verga de Carlos abriéndose paso en su cuerpo. Caen los dos resoplando de placer. Emilio está en shock y no puede hablar pero su cara lo dice todo. Carlos siente cosas que nunca ha sentido y le gustan.
--Recuerda que somos amigos. No hay compromiso. Sólo nos dejamos llevar y veremos que pasa.
Emilio siente que le va a dar un infarto. No deja de resoplar. Está  en shock y no puede hablar. Carlos confía en que relaje, en poder llevar una vida normal con él. Quiere tenerlo en su vida pero sin hacerle daño. Quiere intentarlo.

Año 2019 


Carlos y Emilio viven juntos en un apartamento y son felices. Hacen ardientemente el amor en la ducha.

Ana vive con su pareja desde hace siete años y tiene una niña pequeña. Una nueva Ana. Es una mujer feliz.

Doña Ana murió en paz sabiendo a sus hijos muy felices.

Carlos y Emilio se preparan para el Pride. Van en jeans y camiseta del orgullo gay. Emilio sigue sin salir. Sin trabajar. Se la pasa en casa. No se relaciona sino con Carlos. Él es su mundo. Su todo.
Carlos lleva la bandera del Orgullo pintada en la cara y se la pinta a Emilio. Emilio ni en sueños imaginó ser tan feliz. Lo besa. Carlos es muy cariñoso.
--No me distraigas que me va a salir mal.
--Eres irresistible.
Carlos le guiña el ojo.
--te amo tanto. Gracias por amarme de esta manera. Soy tan afortunado --dice Carlos.
--¡¡yo soy el afortunado ¡¡ Eres mi todo¡ Te amo tanto --dice un entusiasmado Emilio.
Se besan una y otra vez y van juntos al desfile del Orgullo  Gay. Emilio odia salir,  a la gente, los gritos, la multitud pero Carlos es su todo. A su lado no tiene miedo, a su lado hace lo que sea. Emilio y Carlos están abrazados y mirándose con mucho cariño. Juntos para siempre.
Fin.





domingo, 28 de junio de 2020

Capítulo 26




Los chicos van hacia el río para bajar la comida. Son las 5 de la tarde. Hace buen tiempo. El río, La Noguera Pallaresa, es precioso. Con aguas muy cristalinas.
--¡¡esto sí es un río en condiciones¡ --dice Carlos .
Del otro lado del que están hay escaleras para bajar pero en donde están ellos una pendiente.
--agarrame, que me voy a caer --dice Ana .
 Emilio  se siente solo.  Le gustaría que las atenciones de Carlos  hacia su hermana fueran para él.
Hay gente que toma el sol, que se baña.
--¡¡mañana venimos nosotros¡ --dice Carlos.
Emilio  no esperaba bañarse:
--no llevo bañador...
Carlos  la mira divertido y dice en broma:
--pues todos en pelotas...
Carlos lo mira con cara de bueno. Emilio  lo mira con deseo. Nada le gustaría más que verlo desnudo. Con lo cachondo que está, con lo que lo desea verlo desnudo sería un sueño hecho realidad. Y si hay que bañarse desnudo pues se baña.
--Prepara la cámara para hacernos fotos... --dice Emilio a Ana
--acaba ya la tuya y mañana las hacemos con la otra.
Emilio  hace que sí con la cabeza. Han traído dos cámaras por seguridad. El río está en un nivel más abajo del que están ellos. Carlos  se baja pero se queda sobre una roca. No se mete en el río. 
Él les tira agua muy sonriente. Emilio  lo mira enamorado y aprovecha para hacerle foto
--¡¡venga bajad vosotros... olvidaos de la cámara un rato --Carlos .
Emilio  no lo duda. Ana  se niega. Emilio  lleva zapatos. No piensa meterse en el agua.
--cuidado que resbala--le dice Carlos  ayudando al hombre  a subirse a la roca en la que está él.
Emilio  resbala y no cae porque se abraza bien a él. Nunca se ha atrevido a tocarlo. Está feliz. Ana les hace una foto. Es su foto más deseada. Emilio  espera que ahora nada lo  estropee. Tener esa foto con Carlos  será el recuerdo más imborrable de esos momentos de felicidad a su lado.
Salen del río. Una barca se prepara para hacer rafting.
--¡¡yo quiero¡ --dice Ana.
--yo no... aunque si va tan despacio.  --dice Carlos .
--hay distintos tramos de dificultad tú y yo podemos elegir el más sencillo --dice Emilio  que haría lo que fuera por estar con él.
Salen del río. Miran una agencia los precios de las distintas actividades.
--con el camping vi que había una oferta --Emilio .
--ah pues luego lo miramos...
Dan una vuelta más, compran embutido para cenar en el camping. 











En el camping se quedan cerca de la tienda hablando de todo y de nada, cenan.
--necesito una ducha --dice Ana.
--si y yo… --Carlos
Emilio no quiere perderse ese momento.
--yo también. Estoy sudado y aquí solo no me quedo.
Carlos no dice nada. Bajan los tres juntos con las toallas y una muda. Emilio no puede creer que vaya a  ver a Carlos desnudo. Siente que le va a dar un infarto. Carlos está tenso. No le apetece desnudarse ante Emilio y piensa en ducharse en boxers. A Emilio le excita mucho desnudarse ante Carlos. Le excita verlo. Ver como se desabrocha los pantalones. Le da la espalda y a Emilio se le pone dura al ver como va descubriendo ese gran culo. Se queda en boxers. Emilio está  extasiado. Carlos no quiere desnudarse ante Emilio pero no le apetece ducharse en calzoncillos. No se lo piensa y rapidísimo se baja el boxers dejando a Emilio impactado. Nunca vio un culo tan bonito. Es pura poesía. Es sólo un segundo porque enseguida se pone la toalla. Aunque no hay separación entre las duchas. Y Emilio no sabe qué hacer con su dura verga. Se da la vuelta y va a la ducha en toalla con una evidente erección. Carlos está de espaldas. El agua recurriendo esa espalda desnuda. El jabón deslizándose por ese perfecto culo. Metiéndose entre las nalgas. Emilio nunca vio nada tan hermoso. Nunca estuvo cachondo. Ese culo desnudo es lo más hermoso que vio en su vida. Se ducha a su lado con su dura verga apuntando a su culo. Se moja pero no se enjabona pues no quiere perderse detalle de lo que ve. Quiere memorizar esa bella estampa. Quisiera grabarla en su memoria. Está seguro que no se le va a olvidar nunca. Desea demasiado a ese hombre. A ese culo. Emilio lamenta no verlo por delante pero así lo puede mirar sin que se dé cuenta de su erección. Carlos se relaja. Se le olvida que está ante un gay que se lo come con los ojos. Se queda de enfrente rascándose mucho los huevos. Tiene los ojos cerrados porque tiene jabón en la cabeza. Emilio está embriagado de tanta belleza. Ese tierno torso depilado pero trabajado. Le encanta su verga. Es normal, como la suya en estado de reposo pero más gordita. Le impresiona esos huevazos. Ya sabía que los tenía gordos pero es que verlos al natural es algo impactante. Carlos es más bello que el mismo Adonis. Poesía hecha hombre. Una bella y perfecta escultura. La más bella obra de arte. Emilio nunca va a olvidar ese momento y durante toda su vida se va a masturbar con esa visión. Y Carlos venga a rascarse los huevos. Emilio siente que se va a venir. Va a reventar. Ya no puede más. Ese cuerpo desnudo lo deslumbra.
--me pica todo... sobre todo los huevos... Me he contagiado ladillas --dice riendo.
Emilio está demasiado cachondo.
--¿tú nunca has tenido ladillas? -Carlos.
Carlos le habla como a un amigo. Ha olvidado lo mucho que ese amigo lo desea.
--no. Yo es que soy virgen.
Carlos abre los ojos y Emilio se gira para que no vea su gran erección. Emilio lamenta que su cuerpo le esté haciendo esa jugada y no pueda disfrutar más de esa maravilla de la naturaleza.
--bueno si tú lo has decidido así.
Emilio no dice nada. No dice que ha sido por falta de oportunidades y no por falta de ganas. Se calla decirle lo mucho que quiere que sea él quien lo desvirge. Carlos habla de las ladillas, de cómo son, de cómo pican. 
--lo mejor para que se te quiten es poner los huevos en gasolina...
--no sabía que eras un experto en el tema. Eres demasiado joven. Y llevas mucho con mi hermana.
Carlos le sonríe.
--pero los dos tenemos pasado. No éramos vírgenes.
Emilio lo mira girando sólo la cabeza y esa sonrisa lo derrite. Lo enamora. Hace que se le olvide que esté desnudo.
--pues he tenido un montón. Desde los quince años mi padre me llevaba de putas.
--¿lo hacías sin condon?
--Tenia 15 años Me gustaba más y a todas les decía que era virgen y no me decían nada pero cada dos por tres pillaba ladillas. Tú porque no lo has probado pero el sexo te vuelve loco.
Carlos se cubre con la toalla y se  a vestir. Emilio no se ha enjabonado. Agarra la toalla. Se la pone solo en los genitales para ocultar su erección y sin decir nada se encierra en el water. No puede más. Con esa bella imagen de Adonis desnudo, Emilio se masturba. Además sabe que Carlos está desnudo a pocos pasos y eso lo excita más. Es la vez que más disfruta. 

Emilio no puede dormir. La visión del cuerpo desnudo del chico lo tiene loco y además lo tiene a su lado. No puede evitar masturbarse. Se excita mucho masturbarse al lado de ese bello durmiente.









Capítulo 25





Emilio  está fascinado. No puede creer su suerte. Su viaje a Sort está saliendo mejor de lo que pensaba. Le gusta mucho ver a Carlos  sin camisa. Su pecho es tierno pero bello. Sin pelo pero con muchos lunares por todos lados. Emilio  lo ama, lo desea. El guapísimo chico levanta en un momento dado los brazos y a Emilio  le excita verle los pelitos de las axilas. Lleva unos jeans que le resaltan su buen culo. El deseo lo hace valiente.
--hay que inmortalizar esto… --dice Emilio.
Carlos no dice nada y deja que Emilio le haga fotos. El chico no puede creer que vaya a tener inmortalizado el cuerpo casi desnudo del guapísimo chico. Carlos  solo, de pie... tan guapo, tan seductor... Emilio  sólo piensa que sí le salen las fotos tendrá un recuerdo imborrable de ese viaje y de su amado. 
 Isabel se sienta en una piedra.  Carlos se agacha para montar la tienda. Se le remarcan mucho los huevos y el culo. Emilio no puede estar más cachondo.
--tú, el fotógrafo. Ayúdame --dice Carlos.
Emilio  se acerca:
--si claro...
Se quedan los dos en el mismo lado. Emilio  tan cerca de él, tan enamorado. Carlos está agachado. Los pantalones abiertos y se le ve el final de la espalda y los calzoncillos. Emilio se muere de deseo. Lo tiene tan cerca. Ese cuerpo, ese culo Tiene que hacer un esfuerzo para no lanzarse encima suyo.
La tienda está montada. Hay justo espacio para los tres. Dejan los sacos preparados. El de Emilio  al lado de Carlos .
Emilio está muy sofocado al pensar que va a dormir al lado de su amado.
Carlos  enciende un cigarro. Se ha traído un cenicero especial. Mientras fuma Ana tira un papel al suelo:
--¡¡oye, no seas guarra ¡ --dice Carlos  agarrando el papel.
Emilio mira que están arriba de una montaña:
--las lavabos quedan en la otra punta... como tengamos una emergencia --se queja Emilio.
--ya ves... lo hacemos aquí --dice Carlos  señalando los árboles y haciendo gestos de hacer pis.
Unos gestos que a Emilio  le pone muy cachondo. Y se pone como loco pensando en poder hacer pis a su lado y ver su herramienta oculta y tan deseada por Emilio.
--Emilio¿nos hacemos una foto con mi tienda? --dice Carlos  con orgullo.
Y Emilio  feliz.
--si, si claro.
--¿me tengo que poner la camiseta? es que así se está muy bien...
Y Emilio  encantado. Nada le gustaría más que tener una foto con él y encima semidesnudo.
--no claro que no... por mi no te la pongas nunca --dice Emilio  con ironía.
--en el pueblo no que no soy tan indecoroso --dice Carlos.
Emilio le acerca la cámara a Ana confiando en que esa foto le salga bien. Emilio  está muy excitado por estar al lado del semidesnudo Carlos . Emilio tiembla de deseo al sentir el  brazo de Carlos en sus hombros. En sentir su torso desnudo. Emilio sigue sin atreverse a tocarlo. Emilio  sonríe lleno de felicidad mirando a su amado 
--otra, por si acaso... --dice Carlos .
Y Emilio no se despegaría de ese guapo chico.

Luego ya van al pueblo. Van caminando porque tampoco están muy lejos. El mercado es lo primero que ven. No se ve nada especial, lo que decepciona a Emilio . esperaba que fuera un mercado diferente. No como el de cualquier ciudad. Ana enseguida se acerca a un hombre para preguntarle por la administración de lotería. El hombre se ríe.
--el hombre se creerá que somos tontos como todo el mundo que hemos venido sólo para eso --le dice Emilio  a Carlos .
El hombre le señala a Ana el camino mientras le dice:
--donde veas mucha gente.
Por el camino ven a mucha gente montada a caballo que es algo que sorprende a todos que no están acostumbrados.
--nos podemos apuntar a un paseo a caballo --dice Carlos  a Ana .
--ya veremos...
Emilio  mira a Carlos  enamorado. A Emilio le encantaría pasear  a caballo con él. Llegan a la administración de lotería.
--para ser tan famosa es muy pequeña --se queja Emilio .
Hay más gente de la que se hubieran imaginado.
--¡vamos a tardar todo el día¡¡ --Emilio .
Ana se queda en la cola mientras que Emilio  va detrás del culazo  Carlos  a  a la tienda de al lado a hacer algunas compras. Carlos  compra el periódico y tabaco,
--deberías dejarlo --dice Emilio .
--eso quiero hacer.
Entonces Emilio  le saca el paquete:
--pues empiezas ahora.
Carlos  lo mira con desesperación:
--tampoco se puede dejar de golpe, lo dejaré poco a poco... te lo prometo.
Carlos  pone cara de bueno. Emilio  le da el tabaco:
--tú mismo.
Emilio compra algunos recuerdos.
De regreso a la administración a todos sorprende que Ana está casi apunto que le toque.
--¿¿ya estás aquí? --dice Carlos .
--bueno menos mal, creí que íbamos a perder el día por la tontería de la lotería... porque si es como nosotros que venimos al camping vale pero lo que lo hacen a propósito… --Emilio
Algunos les miran mal. Carlos  sonríe. Emilio  ha quedado claro que Emilio  no está sólo para comprar lotería como casi todo el mundo que va del todo el país. Mientras Ana compra los décimos, Carlos  y Emilio se hacen fotos uno al otro junto a una gran figura de una bruja. La gente los mira como si estuvieran locos. Emilio  a la salida se queja.
--la gente hace miles de kilómetros para comprar lotería y el loco soy yo por hacerme una foto en una figura ¡¡que país¡¡
Carlos  lo mira sonriente. Van caminando para buscar más tiendas. Encuentran la casa y el monumento al general Moragas:
--lo mataron y llevaron la cabeza a Barcelona --explica Emilio .
--¿la cabeza? --dice Carlos  con asco.
Se hacen más fotos. Emilio de nuevo es abrazado por Carlos y Ana hace la foto. Emilio está feliz. Espera que esas fotos no se pierdan. Las hacen con dos cámaras. Carlos no lleva la suya. Ana no tiene ningún interés en una foto con Carlos. Se hace una por obligación. A Carlos le duele el desinterés de su novia y en cambio lo importante que es para Emilio tener fotos con él.  Emilio está muy enamorado y estar con Carlos  le hace feliz. Recordará esos días que pasará con él mientras viva, está seguro.