viernes, 26 de junio de 2020

Capítulo 6








Carlos  acompaña a la chica a su casa después de una noche de fiesta.  Ya es de mañana. Pasa un momento. Justo en ese instante se levanta Emilio . Se lleva la sorpresa de su vida. Lo que menos se esperaba era salir de su cuarto y encontrarse con el gustoso y sexy culo de Carlos . Carlos está apoyado en la mesa y la visión de sus posaderas son muy sexy. A Emilio le entra un sofocón. Desea a Carlos como nunca deseó a nadie. Está muy bueno y es una alegría para sus ojos. Eso sí.manteniendo las distancias. Es el novio de su hermana aunque ella no lo merezca. Lo que más le preocupa es no incomodar lo a Él. Carlos se gira un poco, lo saluda con ternura y con su habitual simpatía. Emilio lee la tristeza en los ojos de él. Carlos sabe que Ana no lo ama. La nota distante y eso le duele.
--¿algo va mal? --le pregunta Emilio.
Carlos lo mira sorprendido:
--no, todo bien... ¿porque?
--tus ojos están tristes... son muy lindos tus ojos como para estar tristes.
Carlos se emociona. Le gusta que Emilio  haya leído la tristeza de su interior. Emilio se ruboriza. Siente que tal vez se ha extremado demasiado en su comentario. Se da la vuelta para atender a su perro. Carlos  también se gira, sonriendo. Se da cuenta que Emilio  siente vergüenza de lo que le ha dicho y a él le gusta que se lo haya dicho y que sienta vergüenza. Ese hombre le despierta mucha ternura. Mira de reojo a Emilio  que le está dando unas pastillas a su perro.
--Es tan distinto a la hermana --dice para sí Carlos -- tierno, desinteresado. Ojalá fuera así Ana 
A Carlos  le gusta de Emilio  su entrega, la devoción con la que lo mira. Para Emilio es su Dios. Su todo:
--y eso que  no me ama --dice para sí que cree que para Emilio  sólo es como un hermano.
Carlos cree que Emilio lo que necesita es un amigo y que es lo que busca de él. Que es cierto pero también necesita sexo. Con Carlos tendría lo que necesita. De Carlos  a Emilio  le gusta su mirada en la que ve soledad, incomprensión. Le gusta su simpatía que le alegran la vida.  Le gusta su cuerpo. Emilio está a sus pies (metafóricamente hablando también) agachado. Tiene ese gran culo casi en su cabeza. Podría tocarlo. Ese gran  culo en tejanos negros que le quedan muy bien tiene muy excitado al virginal hombre. Es una imagen muy sugestiva, muy bella, toda una tentación No puede entender como teniendo a un hombre tan guapo y simpático a sus pies Ana  lo engaña con otro. En el momento que Ana  sale del baño, Emilio  se prepara para sacar a su perro. No quiere estar cerca de su hermana. Justo cuando ellos  está saliendo Carlos  también está saliendo. Carlos lo mira con ternura.
--¿te podemos acompañar? --le pregunta Emilio.
Carlos  le sonríe:
--pedí un taxi.
Emilio lo mira sorprendida:
--pero ¿no vives ahí detrás?--dice señalando unas calles más arriba.
Carlos  lo mira con una tierna sonrisa, algo tímida:
--es que estoy cansado.
Emilio le sonríe. Lo tiene tan cerca, le gustaría acariciarlo. Preguntarle de porque su tristeza. Tratar de ayudarlo.
--¿te importa si me quedo contigo hasta que llegue el taxi? para que no estés solo.
A Carlos le sorprende  pero le gusta darse cuenta que Emilio  se desvive por él. Señala al perro:
--¿él no se enfadará conmigo? --dice sonriendo.
--No claro que no. Kufy te quiere mucho.
--si pero seguro que tiene muchas ganas de su paseo.
--sólo será un momento.
--como quieras.
La sonrisa de Carlos es muy seductora y contagiosa. Emilio  sonríe fascinado. Está feliz.
--te ves muy bien cuando sonríes --le dice Carlos.
Emilio está ardiendo y Carlos prefiere no darse cuenta. Carlos  acaricia la cabeza del perro:
--enseguida te devuelvo a tu dueño.
Carlos  y Emilio  se miran con timidez. Carlos no quiere darse cuenta que ese hombre lo desea pero está resultando difícil.. A Emilio le encanta estar con él  ya que siente un gran cariño y un gran deseo por ese chico tan guapo. Se quedan los dos un rato hablando de todo y de nada.
--¿qué tal la noche?
--bien... en la disco.
--¿hasta ahora?
Carlos  sonríe:
--No, pero mejor no preguntes...ya sabes. Cosas de pareja.
Emilio  siente celos al pensar que su hermana ha estado en brazos del chico que a él le gusta. Le da rabia que Ana  se esté aprovechando de él. El taxi no tarda mucho. A Emilio  le da pena, le hubiera gustado estar aún más rato con Carlos . Carlos  mira a Emilio  con una sonrisa:
--gracias por acompañarme.
Emilio no dice nada, sonríe. Su corazón late con prisa. Emilio mira con deseo ese culo de ese chico que tanto le gusta mientras se mete en el taxi. Carlos se  despide con la mano. Emilio se queda ahí, con el corazón que se le va a salir del pecho. Se queda un rato mirando el taxi hasta que desaparece. Carlos  se da cuenta que Emilio  se ha quedado mirándolo y le gusta que sea tan entregado.
--ojala  algún día  encuentres a un hombre que te pueda hacer feliz. El hombre al que algún día ames será afortunado.
Emilio  siente  pena porque ese hombre nunca será suyo pero se conforma de admirarlo, de disfrutar de él en la distancia.

En los semanas siguientes en los que Emilio  no ve a Carlos  pasa de estar eufórico a estar apagado e incluso a veces a querer estar muerto. Está muy ansioso y lo canaliza con la masturbación. Suele masturbarse  entre cuatro o cinco veces al día. Siempre pensando en Antonio. Mirando esa foto.

A Emilio  le alegra la presencia de Carlos  en la noche para cenar. Le gustaría que él le dijera algo que lo retuviera a su lado pero no es así. Emilio  se conforma con verlo en silencio. Es tan guapo... le gusta estar cerca de él. Goza de su compañía mientras le da unas pastillas a su perro. A Emilio  le gusta la cara que pone Carlos  cuando Ana  madre va sacando platos.
--¿nos tenemos que comer todo esto? --se queja divertido.
Pone una cara muy graciosa y hace gestos con la mano como si dijera gracias a Dios cuando Ana  madre dice que ya está todo. Emilio  lo mira y suspira hechizado, fascinado, encantado, cachondo. Se encierra en su cuarto y se masturba escuchando su voz. Sintiendo su presencia.

Sobre la una de la madrugada Emilio  sale de su cuarto. La luz del comedor está apagada pero los ve por la tele. No dice nada para no interrumpir la escena. Se mete en la cocina. Nunca había visto a los novios tan cariñosos. Los dos están en el sofá. Ella tumbada y él sobre ella acariciándola con afecto y diciéndole muy dulce cosas al oído. Emilio  siente celos, le gustaría estar en el lugar de su hermana. Entonces se encierra en su cuarto y mirando la foto de él dice:
--¿por qué ella y no yo? Yo no me haría tanto de rogar... yo lo daría todo por ti... yo sólo sería para ti.
Emilio  no puede evitar que se le escape alguna lágrima.


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