viernes, 26 de junio de 2020

Capítulo 14





Emilio está tumbado en su cuarto. Alguien toca a su puerta.
--¿puedo pasar?
Se le ilumina la cara. Es Carlos. Emilio sabe que lo que siente por su cuñado es algo imposible porque él está enamorado de Ana y nunca estaría con un hombre  y menos con él que es feo y mucho mayor que él. Aunque fuera gay sabe que jamás un chico tan guapo se fijaría en él. Carlos lo mira con dulzura. Emilio se quiere levantar. Carlos es muy cariñoso 
--No, no te levantes, que estás malito--dice con un afecto que a Emilio le derrite. .
--me siento bien.
--por favor,  no te levantes.
Emilio se queda en la cama y Carlos de pie a su lado.
--ya dijeron que no fue nada, sólo un efecto rebote por dejar la medicación de golpe.
Carlos le habla en un tono fraternal. A Emilio le gusta ese chico y es feliz teniéndolo a su lado.
--voy a dejar la medicación... aunque tiene que ser poco a poco.
--si lo tienes claro.
Emilio lo mira enamorado.
--si, nunca me hizo nada. No la necesito.
Carlos sabe que es por él y aunque le emociona ser tan importante para ese hombre  también le da miedo porque no sabe qué va a pasar entre ellos. Le da miedo que Emilio sufra.  
--¿y qué leías?
Le muestra el libro.
--es de pueblos pequeños de Catalunya.
---¿y no te gustaría visitar alguno?
--no.
Carlos es muy cariñoso.
--¿ni conmigo?
Emilio siente que el corazón se le va a salir por la garganta.
--¿contigo?
--si. Una excursión familiar. Para celebrar que ya tengo el carné. ¿Te has enterado que he aprobado el examen de conducir, no?
Emilio hace que sí con la cabeza. Está tan feliz que no es capaz de decir nada 
--¿te animas?
El corazón de el virginal hombre late con fuerza.
--sí, me gustaría mucho.
Carlos sonríe. Emilio vive por él. Es su mundo. A Carlos le alaga. No quiere pensar en nada. Ese chico es feliz sólo por él y Carlos, como casi su hermano, le ayudará en todo lo que pueda. Carlos lo deja solo para que descanse y Emilio lo que hace es saltar de la cama. Está  entusiasmo. Le parece un sueño tener a Carlos  todo un día para él. Emilio  está eufórico. . Por su puesto que se llevará la cámara de fotos para inmortalizar el momento. 
--¡¡ahora sí no se me escapa¡¡
El virgen treintañero sabe que le podrá hacer muchas foto. Emilio no deja de saltar sobre la cama. 
--¡¡y los negativos serán míos¡¡
Le ilusiona la idea de salir con su guapo cuñado pero es que además tiene otra  ilusión, algo que le gustaría mucho pero que ve muy difícil que pase, tener una foto de  los dos juntos solos. Eso sí sería un sueño cumplido, un bonito recuerdo para toda la vida. No puede dormir en toda la noche. Está muy nervioso pensando en lo que podrá ocurrir. Masturbarse siempre le funciona 



Días después es la esperada excursión. Se dirigen a un pequeño pueblo de Girona. En la comarca de la Selva, Amer . A tres horas de su ciudad. Carlos  los espera con el coche en la esquina.. Emilio  suspira enamorado.  Carlos lleva un jersey azul y unos pantalones elásticos de color gris, muy pegados a su cuerpo. Emilio se sienta en el lugar del acompañante. Las dos Ana se sientan detrás y no dicen nada. Emilio  no le saca los ojos de encima al cuerpo de su guapísimo cuñado. Tiene los ojos clavados en esa entrepierna. Pendiente de los movimientos que hace con los pedales. Emilio  se pone a mil porque al chico se le remarcan unos buenos y muy grandes huevazos. Emilio jadea mirando esa parte tan bella y que al parecer el chico tiene muy grande. Emilio siente un deseo sexual tan grande que casi le va a hacer explotar.
Durante el trayecto, Emilio  no puede dejar de mirar a Carlos . Sus ojos se le van a la gran entrepierna de él... Además a veces se rozan las piernas. Emilio  nunca le había visto durante tanto rato la entrepierna. Nunca había estado tan enamorado  ni tan excitado Ese día es un sueño porque nunca ha estado tanto rato junto a él, ya tenerlo a su lado tres horas es increíble pero luego les queda todo el día. Esa boca que le gustaría saborear. Esa entrepierna. Todo él le encantan. El deseo la abrasa por dentro.
Emilio  está entusiasmada. Paran a medio camino para hacer pis. Emilio no tiene ganas pero es una oportunidad única de verle la verga. Sería ya el colofón de oro a un día que será perfecto. Para decepción suya Carlos se encierra en el water. Y Emilio , que ya se había puesto en su urinario, aprovecha para masturbarse. Es demasiado alta la calentura que lleva encima por el excesivo de placer visual, en especial a lo que se refiere al bulto tan grande de la entrepierna de Carlos . Está seguro que se vendrá pronto y sino no pasa nada. Se queda a medias. Con lo cachondo que está no le viene de quedarse a medio masturbar. Con lo que no contaba era con venirse justo en el momento que Carlos sale del baño y no puede pararlo. Se viene y Carlos está ahí. Lo único que puede hacer es controlar al máximo su expresión para que no se le note. Carlos no lo mira. Va directo a lavarse las manos y no se da cuenta. En eso confía Emilio. Éste ha manchado todo el calzoncillo. También se limpia la mano con la parte de fuera del calzoncillo y muy sofocado va al lado de Carlos. Cómo le gusta estar con ese chico y como le pone ese culo. Salen los dos juntos. Esperan fuera del auto. El deseo lo esta matando a Emilio. Él le pone las manos en los hombros. Lo mira con cariño. Emilio se derrite. No puede creer que lo esté tocando, que estén tan juntos Emilio lo mira a los ojos y se olvida del resto del mundo. Ama a ese chico   más que a nada en este mundo. Más que a su propia vida 





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