domingo, 28 de junio de 2020

Capítulo 22



Emilio  siente esos cuatro días que le faltan para ir a Sort como si fueran 4 años. Nunca  tiempo le había pasado tan lentamente. Desearía cerrar los ojos y despertar ya en la salida. Cada día que pasa Emilio  está más y más enamorado del novio de su hermana. Echa de menos vivir un día como el de Amer en el que estuvo todo el día con él. No puede ni imaginar lo que será estar varios días todo el tiempo con él.  Siente cosquillas en el estómago y le da por sonreír sin motivo aparente. Siente también muchos deseos de abrir la ventana y gritar al mundo que está enamorado. Se masturba a diario y más de una vez y siempre pensando en él. Mirando sus fotos. Pensando en ese culazo y esos huevazos. Lo ama y es que además está muy bueno.
 Ve a Carlos  como un sueño que no puede alcanzar, le gustaría vivir su sueño con él pero cómo sabe que no será algo que se le vaya a dar tampoco se preocupa ni en pensar qué quiere de él. Sólo desea amarlo ni que sea en la distancia, gozar de él. Está deseando tener una foto de los dos juntos para poder enmarcarla, para poder tenerla en su escritorio sin tener que dar explicaciones. Extraña su presencia, su belleza, su aroma. No le gustaría separarse de él en ningún momento. Sabe que depende cien por cien de él, que su alegría depende que él esté o no a su lado. Es algo que le gusta pero le asusta. Tiene miedo de no poder controlarse, de asustarlo y que se aleje, tiene miedo que Ana  eche a Carlos  de su vida y entonces no lo vuelva a ver. Ese es el gran miedo que le acompaña siempre. 

Está muy exaltado. Se masturba mucho y le cuesta mucho dormir y piensa que si así se siente ahora como será cuando esté a su lado en Sort, cuando duerma a su lado. Este pensamiento lo sofoca. No sabe qué se sentirá estando a solas con él, compartiendo tantos momentos de intimidad con él.  Se va quedando dormido con el pensamiento y el deseo de que todo salga bien. Siempre piensa que hay un ser superior que lo odia y por eso no es  feliz, sólo espera que ese ser esté algo distraído y no le estropee el que puede ser uno de los momentos más trascendentales de su vida.

A medio día, Carlos  tiene ganas de hablar con su novia. De estar con ella. Tiene miedo que el amor que siente Emilio  por él estropeé su relación con ella.
--cariño ¿que tal?
Ana  se pone muy tensa. Se está arreglando para salir. José la espera.
--es que estaba pensando en ti ¿porque no nos vemos? ¿comemos juntos?
A Ana  se le desencaja el rostro. Ya tiene sus propios planes y no le apetece nada que Carlos  se los trunque.
--es que mi mamá está mala.
Carlos  se angustia.
--¿¿qué le pasó?¿quieres que venga a verla?
--¡¡no, no¡¡ ¡que tiene un terrible dolor de cabeza,  tengo que hacer la comida. No quiero molestar a mi hermano. Yo me tengo que ocupar de todo¡ 
--está bien... nos vemos mañana.
Ana  está encantada de librarse de Carlos . Ni escucha el te quiero de él. Carlos  se queda con un mal sabor de boca. No quiere desconfiar de su novia, no quiere aceptar que nunca lo va a amar, que ni le gusta pero lo sabe y eso le duele. Unas lágrimas deslizan por sus mejillas. Por otro lado Emilio  ha escuchado la conversación de Ana  con su novio. Ana  ha mentido a Carlos . A Emilio  le atormentan los celos. Le duele mucho el desplante de su hermana hacía Carlos . Le duele que no lo ame como  lo ama él. A solas en su cuarto mira la foto de Carlos  llorando de rabia. Acaricia el rostro de él con tristeza:
--si tú fueras mi novio no querría estar lejos de ti ni un segundo y ella que tiene la gran suerte de ser tu novia no te valora como te mereces...
Emilio  llora, besa esa foto:
--yo te daría mi vida si me la pidieras ¿porqué no te enamoraste de mí? Yo no te habría hecho sufrir, yo jamás te habría humillado.
Emilio  siente rabia, celos y pena por Carlos :
--él es demasiado para una mujer que no lo valora.
Le duele pensar que Carlos  viva engañado, que pueda estar sufriendo. También le da miedo pensar en que Ana  acabe por romper a Carlos . Puede soportar no tener el amor de él pero no podría soportar dejar de verlo. 

Mientras Carlos está pensando en Emilio. En los momentos que pasaron en Amer.
--lástima que yo no sea gay.
Carlos  sabe que si Emilio  fuera su novio viviría lo que siempre soñó vivir y nunca encontró, una entrega de verdad. Emilio respira por él y eso le gusta.
--sería maravilloso ser amado de verdad, como sólo Emilio  me ama --se dice con una sonrisa de emoción.
Pero ni es gay y es a Ana  a quien ama. Le gusta tener la admiración de Emilio , lo consuela de los desprecios de la otra, le da pena pensar que no lo puede corresponder que Emilio  tiene que olvidarlo. Sus ojos se llenan de lágrimas. Sabe que cuando Emilio  ame a otro echará de menos que lo mire con ese amor, con esa devoción, que lo idolatre como lo hace.
--espero que siempre nos quede una bonita amistad...

Emilio  se distrae a veces viendo la tele. En un programa de chismes hay una vidente, Ilusión Engracia, que lee las cartas. También el horóscopo para los de su signo dice que tienen que hacer caso a los sueños, que suelen tener sueños premonitorios. Emilio  pasa el día pensando en Carlos y masturbándose. Se duerme pensando en él, arropado con la foto de él. Emilio  está soñando. Su mundo interno la lleva a una iglesia. La iglesia de Amer en la que paseó con él. Están los dos en primera fila, en tejanos pero ¡¡se están casando¡  La ceremonia la oficia una mujer vestida como un cura. La iglesia está llena pero no hay ningún familiar de ellos.  Los únicos conocidos son los Mejía-Guzmán (la familia protagonista de "Pobre Diabla", una telenovela peruana que fascinó a Emilio ). Emilio , en su boda con Carlos , es el hombre  más feliz del mundo. Carlos está serio. La sacerdotisa le pregunta:
--¿Emilio  Villalta quieres unirte para siempre a Carlos  Ruiz ?
Emilio lo mira enamorado y dice que sí. Luego la pregunta es para el otro novio:
--¿Carlos  Ruiz ,  quieres a unirte para siempre a Emilio  Villalta?
Carlos  dice que sí. No se muestra feliz. Luego la mujer que oficia la ceremonia les pone a los dos un cuadro de una paloma:
--simboliza el amor eterno, la promesa de amor que os acabáis de hacer el uno al otro.
Primero Emilio, luego Carlos besa esa estampa.
--Ya están unidos para siempre --dice la sacerdotisa.
Emilio  mira a Carlos  que sigue distante. Lo mira feliz. Es Emilio  quien lo besa a él. Un beso al que Carlos no responde. Ni se mueve, es como si estuviera a la fuerza. Emilio  despierta con una sonrisa de oreja a oreja.
--ojalá los sueños se hicieran realidad. Esta sí es una bonita forma de comenzar el día.
Emilio  se siente en las nubes. No hace más que recordar ese sueño  y también las palabras de aquella vidente:
--¿un sueño premonitorio?
Emilio  mira las fotos de su amado:
--¿¿puede ser? ¿será posible que por una vez el destino se ponga de mi lado y me deje ser feliz con él?
Emilio  besa las fotos de Carlos :
--¡¡te amo, te amo...¡
El virgen treintañero está entusiasmado. Sale muy contento. Abraza mucho a su perro. Tiene ganas de gritar al mundo lo feliz que es. Aunque sabe que es una locura el pensar que tal vez tenga una posibilidad con Carlos , pensar en él lo tiene muy feliz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario