viernes, 26 de junio de 2020

Capítulo 12




Ese sábado, Carlos  está en casa de las Villalta. Emilio lo ve de culo haciéndole mimitos a su novia. Emilio  siente rabia y no dice nada. Entra en la cocina. Toma un vaso de leche con cacao. Todo se le ilumina a su alrededor cuando se le acerca  Carlos .
--hola... ¿qué tal?
Emilio  sonríe, suspira enamorado.
--bien.
Emilio  jadea, está feliz de estar delante de ese chico que tanto le gusta. Ese chico tan guapo y tan amable. Carlos  es muy cariñoso.
--¿quieres ver las fotos de nuestro viaje?
Y Emilio  está encantado de ver fotos de su adorado Carlos . Con una sonrisa de oreja a oreja, dice:
--si claro.
--pues vamos.
Carlos  se muestra dulce, cariñoso. Le ha gustado la ilusión del virginal hombre por tan poco. Le hace sentir importante que para Emilio  le haga feliz pequeñas cosas relacionadas con él. Le gustaría que Ana  le mostrara una cuarta parte del interés que le demuestra Emilio . Así que se desvive por mostrarse simpático con él. Sin ilusionarlo le gusta la alegría que ve en los ojos del triste hombre cuando está con él.  Hay dos sobres.
-- ¿tantas hicisteis?
--No --dice Carlos  señalando uno de los dos que Emilio ya tiene en la mano-- este es de tu hermana.
Sin dudarlo Emilio  deja sin abrir las fotos de su hermana que no le interesan para nada y se centra con emoción en el otro sobre. En el que tiene interés. Carlos  sonríe:
--de este ya pasas... --dice  divertido.
A veces Carlos  tiene dudas, no puede creer que haya despertado el deseo de un hombre  que no quería vivir, que no le gusta la gente. Nunca le pasó algo igual. No hay mucha luz, así que Emilio  no disfruta de la vista del cuerpo de Carlos. Sí disfruta de su aroma, de su compañía. Carlos está a su lado. Lo tiene solo para él, ya que Ana  está en el cuarto arreglándose. Emilio  empieza a pasar fotos movidas, desenfocadas. Casi no se ve nada.
--¿y esto que es?
Carlos  sonríe con timidez:
--la mayoría no han quedado muy bien.
--si ya veo.
En realidad no le sorprende porque tanto su hermana como él son malos fotógrafos.
--si, las que quedan muy bien son las que estáis los dos juntos.
--si ¿no? --dice él sonriendo.
--Si te quieres quedar con alguna que te guste pues te la quedas, ya haremos una copia.
--pues gracias.
Emilio  está encantada del ofrecimiento, obvio una  de su hermana sola no elegirá y no se verá descarado porque son malísimas. Aunque no quisiera  elegir una tendrá que elegir una yde ellos dos. De él solo no se atreve y además son más buenas la de la pareja junta. Le sorprende algunas fotos que de largo son como dos normales.
--es que es tamaño panorámico... --explica Carlos.
--son preciosas... porque se ve muy bien a los dos y también el paisaje.
--si estas han quedado muy bonitas. Pero ya puede quedar bien,  valen el triple.
Emilio  no puede evitarlo. Los celos le dominan. Le encantaría estar en el lugar de su hermana. Haber vivido con Carlos  esas fotos que le enseña, haber estado con Carlos  en ese hotel. No puede pensar sentir rabia por su hermana por la suerte que tiene al tener a alguien tan maravilloso con Carlos  y no valorarlo. Emilio  está celoso, le gustaría vivir un viaje como este con Carlos. Vivir un romance  con él aunque fuera sólo por unos días. Vivir un sueño con Carlos aunque él no pudiera quedarse en su vida. 
--bueno... me quedo esta --dice Emilio  eligiendo una en la que Carlos  en jeans marca mucho paquete.
--está bien.
Los dos se miran en silencio. Carlos  no sabe qué hacer. Se va a jugar con el perro de Emilio  y Emilio entra en su cuarto. Contento. Emilio  mira la foto de Carlos  con deseo:
--es tan guapo.
Quisiera no tener que recordarlo siempre como el novio de su hermana. Se ha enamorado de Carlos y  quiere vivir un sueño. Acaricia esa foto de Carlos :
--Amar y ser amado por él... aunque fuera sólo unos días. conocer el sexo en sus brazos. Mi primera vez con él.
Se tumba en su cama.
--ojalá pudiera ser...
Emilio  está resignado a no ser feliz. Sabe que su sueño con Carlos  es imposible. Cuando no está con él se siente triste pero va tirando. Pensar en él, en el momento que lo volverá a ver le alegran y hacen más fácil de pasar su soledad. Pega un papel en la cara de su hermana en la foto para que no se vea ella y se masturba mirando esa foto y escuchando de fondo la voz de Carlos 

Algunos días después, es de noche, Emilio  llega a su casa de pasear el perro.  No hay nadie en la casa. Llaman al teléfono. No lo quiere tomar pero no deja de llamar. Llaman al timbre. Con insistencia.
--¡¡pero qué pasa?¡
La vecina pide que le abra. Le dice que su madre se ha caído y la han llevado al hospital. Un familiar tiene que ir a acompañarla. En esas que llegan Carlos  y Ana . La vecina explica de nuevo la historia. Emilio la echa de mala maneras.
--¡¡gracias por todo. Nosotros nos ocupamos¡
Y cierra la puerta con rabia.
--¡vieja chismosa¡¡
Ana enseguida dice:
--yo he trabajado toda la semana. Te toca a ti  ir.
Y se encierra en su cuarto. Emilio mira a Carlos con fastidio. 
--tienes que ir. Yo precisamente tengo que llamar a un taxi, siempre voy en taxi de aquí a mi casa ¿quieres que marque yo? Lo podemos compartir. Me lleva a casa y sigues hasta el hospital.
Y Emilio que estaba fastidiado con el incidente de su madre ahora le parece una bendición. Está entusiasmado. Carlos llama al taxi.
--enseguida viene.
Y Emilio quisiera que no llegara nunca, el estar a solas con Carlos  le parece casi un sueño.

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